"Cuando te dedicas a transformar tu mundo interior, tu vida pasa rápidamente del reino de lo ordinario al de lo extraordinario". R. Sharma

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¿Qué es la terapia?

En terapia, lo que importa es la persona y lo que necesita. Para trabajar, integro distintos enfoques o miradas (todos con base científica), entre los que se incluye el enfoque cognitivo-conductual, el enfoque sistémico, así como las terapias de tercera generación (mindfulness, terapia de aceptación y compromiso…). 

Según estos enfoques, cuando trabajo con una persona, tengo en cuenta aspectos como: su historia de aprendizaje, su estilo de apego, los sistemas a los que pertenece y cómo se relaciona con ellos, el genograma familiar, los comportamientos y/o pensamientos que le suponen un problema significativo en el día a día y qué función cumplen estos comportamientos o por qué están ahí. Con todo esto comenzamos a trabajar.

El proceso de terapia tiene varias etapas, que se extrapolan a cualquier modalidad de terapia que no sea la individual: 

  1. La primero que hago es recoger toda la información necesaria para entender la situación y con ello elaborar las primeras hipótesis.
  2. Con toda esa información se realiza un proceso de evaluación de la situación y de lo que está generando problemas a la persona para llegar donde quiere. En este proceso de evaluación se utilizan técnicas como la entrevista, cuestionarios, técnicas proyectivas (caja de arena, juegos etc).
  3. Se realiza una devolución de la información a la persona de lo elaborado en las dos fases anteriores con el fin de que entienda lo que le ocurre y pueda añadir información si lo cree necesario.
  4. Llega la hora de elaborar unos objetivos consensuados con la persona, qué es lo que quiere conseguir a corto, medio y largo plazo y cómo vamos a hacerlo.
  5. En esta fase se elabora el tratamiento y se comienza a trabajar.

Esto es un resumen de un proceso mucho más complejo donde, en ocasiones, hay que reajustar objetivos, dar un paso atrás o volver a evaluar y cambiar la intervención.